Para lograr una Tarta de Queso Vasca suave y sin grietas, comienza mezclando bien tus ingredientes para incorporar aire sin sobrebatir. Al preparar tu molde para hornear, es crucial forrarlo adecuadamente con papel pergamino, asegurando que el papel cubra bien los lados, lo que ayuda a una cocción uniforme. Cuando viertas la mezcla de queso en el molde, golpea suavemente sobre la encimera para liberar burbujas de aire, que, si se dejan, podrían provocar grietas. Por último, el proceso de horneado a alta temperatura contribuye a la apariencia única de esta tarta de queso; sin embargo, es clave monitorearla de cerca para evitar que se hornee en exceso. Una vez que la tarta de queso esté horneada a la perfección, déjala enfriar gradualmente a temperatura ambiente antes de refrigerarla, asegurando que la estructura se asiente bien sin agrietarse.