Lograr la textura crujiente perfecta para tus Bolitas de Churro depende de la técnica de fritura y la consistencia adecuada de la masa. Primero, asegúrate de que tu aceite esté adecuadamente caliente; si está demasiado frío, los Churros absorberán aceite en exceso y se volverán grasientos en lugar de crujientes. La temperatura debe estar alrededor de 180°C (350°F). Además, la inclusión de huevos en la masa introduce aire, dando a los Churros una estructura ligera y aireada, lo que contribuye a ese exterior crujiente deseado. Al freír, puedes echar la masa directamente en el aceite para formas irregulares que se dorarán bien o usar papel pergamino para bolas más uniformes. Cualquiera que sea el método que elijas, fríe en pequeñas tandas para evitar bajar la temperatura del aceite, lo cual es clave para lograr ese acabado dorado y crujiente.