Para mantener tus Un Kurabiyesi frescos y preservar su deliciosa textura, es crucial almacenarlos correctamente. Una vez completamente enfriados, transfiere las galletas a un recipiente hermético para evitar que la humedad las ablande. Idealmente, deben almacenarse a temperatura ambiente, donde pueden durar aproximadamente una semana. Para un almacenamiento a largo plazo, puedes congelar las galletas, pero se recomienda intercalarlas con papel pergamino para evitar que se peguen. Cuando desees disfrutar de una galleta del congelador, simplemente déjalas descongelar a temperatura ambiente. Evita refrigerarlas, ya que esto puede hacer que se vuelvan demasiado suaves y pierdan su textura desmenuzable característica. Con un almacenamiento adecuado, puedes disfrutar de la bondad mantequillosa de Un Kurabiyesi durante días, convirtiéndolas en un regalo perfecto para disfrutar en cualquier momento.