
Galletas de Girasol

Galletas de Girasol
Calificación 5.0 estrellas por 2 usuarios
Raciones
24
Tiempo de preparación
45
Tiempo de cocción
15
Desata tu creatividad y habilidades de repostería con esta receta de Galletas de Girasol que promete un sabor delicioso y un atractivo estético. El proceso comienza mezclando mantequilla, huevo, azúcar glas, maicena, aceite, polvo de hornear y extracto de vainilla para formar una masa suave. Después de un breve período de refrigeración, la masa se transforma en pequeñas bolas y se moldea cuidadosamente para parecer flores, capturando la esencia de un girasol en cada galleta. La gloria culminante es la adición de mermelada, infundiendo cada flor con una explosión de sabores dulces. A medida que se hornean, las galletas adquieren un suave tono dorado, manteniendo su ligereza para complementar su hermosa apariencia. Déjalas enfriar para mantener su delicada forma y disfruta de la alegría de presentar y saborear estas encantadoras galletas florales. Ya sea para ocasiones especiales o un simple capricho, estas Galletas de Girasol seguramente serán un éxito encantador. ¡Diviértete horneando y saboreando tus galletas florales caseras!
Ingredientes
Para las Galletas de Girasol
- - 110 g de mantequilla suavizada
- - 1 huevo (tamaño mediano)
- - 50 g de azúcar glas
- - 60 g de maicena
- - 45 g de aceite
- - 1 cucharadita nivelada de polvo de hornear
- - 1 cucharadita de extracto de vainilla
- - 250 g de harina de trigo (Tipo 405)
- - Mermelada para el relleno
Direcciones
En un tazón, mezcla la mantequilla suavizada, el huevo, el azúcar glas, la maicena, el aceite, el polvo de hornear y el extracto de vainilla.
Agrega gradualmente la harina y amasa hasta obtener una masa suave.
Envuelve la masa en plástico y déjala reposar en el refrigerador durante unos 30 minutos.
Retira la masa del refrigerador y forma pequeñas bolas, de aproximadamente 5 gramos cada una.
Cada flor consiste en una bola en el centro y seis bolas alrededor.
Presiona ligeramente las bolas para formar una flor.
Utiliza un palito para crear los pétalos de la flor.
Precalienta el horno a 180°C (horno de convección).
Haz un hueco en el centro de cada flor y rellénalo con la mermelada de tu elección.
Coloca las galletas en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino y hornea durante unos 15 minutos hasta que estén ligeramente doradas en los bordes. Mantén un ojo en las galletas durante el horneado, ya que deben permanecer relativamente claras en color.
Deja enfriar las galletas en la bandeja para mantener su forma y que se endurezcan.
Sirve las deliciosas galletas florales y disfruta de su sabor sabroso y apariencia encantadora!
Vídeo de la receta
Preguntas sobre Galletas de Girasol
Las galletas de girasol se destacan no solo por su encantadora forma floral, sino también por su versatilidad en las ocasiones de servicio. Son perfectas para celebraciones como cumpleaños, despedidas de soltera o fiestas de té, ya que añaden un toque elegante a cualquier mesa de postres. Estas galletas se pueden personalizar según la temporada o el evento; por ejemplo, puedes usar mermeladas de colores para coincidir con un tema festivo o decorarlas con purpurina comestible para eventos especiales. Su atractivo visual combinado con un sabor dulce y mantequilloso las convierte en un regalo llamativo que seguramente impresionará a tus invitados.
¡Absolutamente! Esta receta de galletas de girasol es bastante adaptable. Para una alternativa sin gluten, puedes sustituir la harina de trigo por una mezcla de harina sin gluten que funcione como un reemplazo 1:1. Además, si buscas hacer estas galletas sin lácteos, considera usar mantequilla a base de plantas o aceite de coco en lugar de mantequilla regular. Para una versión vegana, puedes reemplazar el huevo con un huevo de linaza (1 cucharada de linaza molida mezclada con 2.5 cucharadas de agua, dejada reposar unos minutos para espesar) y asegurarte de que la mermelada utilizada también sea apta para veganos. Estas modificaciones te permiten adaptarte a diversas necesidades dietéticas mientras disfrutas del delicioso sabor y apariencia de las galletas de girasol.
Cuando se trata de elegir una mermelada para tus galletas de girasol, ¡las opciones son prácticamente infinitas! Las opciones tradicionales incluyen mermeladas clásicas de frambuesa, fresa o albaricoque, que complementan maravillosamente la galleta mantequillosa. Sin embargo, puedes ser creativo y usar rellenos menos convencionales como crema de limón, ganache de chocolate o incluso una compota de frutas para agregar un giro único. La mermelada casera es definitivamente una excelente opción, ya que tiende a tener un sabor más fresco y puede adaptarse a tu preferencia de dulzura. Solo asegúrate de que la mermelada que elijas tenga una consistencia untar para facilitar el relleno sin desbordarse durante el proceso de horneado.
Para proteger la forma de tus galletas de girasol durante el horneado, es esencial enfriar la masa adecuadamente antes de dar forma y hornear. Permitir que la masa repose en el refrigerador durante unos 30 minutos ayuda a solidificar las grasas, evitando que las galletas se expandan demasiado en el horno. Además, al formar las flores, asegúrate de presionar las bolas suavemente pero con firmeza, asegurando que se adhieran sin aplanarse demasiado. Finalmente, evita hornear en exceso; mantén un ojo en las galletas y retíralas del horno tan pronto como los bordes comiencen a dorarse ligeramente mientras mantienen un centro pálido.
Una vez horneadas, las galletas de girasol deben almacenarse en un recipiente hermético para mantener su frescura y textura. Para una calidad óptima, mantenlas a temperatura ambiente durante hasta una semana. Si deseas almacenarlas por más tiempo, considera congelar las galletas. Simplemente colócalas en una sola capa en una bandeja para hornear para congelarlas inicialmente, luego transfiérelas a una bolsa o recipiente apto para el congelador. Pueden almacenarse de esta manera durante hasta tres meses. Cuando estés listo para disfrutarlas, déjalas descongelar a temperatura ambiente. La mermelada puede perder un poco de su textura una vez congelada, pero el delicioso sabor permanecerá intacto, convirtiéndolas en un delicioso regalo incluso después de su almacenamiento.