Las Galletas Nieve, a menudo conocidas como Pasteles de Té Rusos o Galletas de Boda Mexicanas, se destacan por su forma, textura y sabor distintivos. La incorporación de nueces finamente picadas, típicamente nuez de pecán o nuez, aporta un crujido encantador que contrasta maravillosamente con el interior mantecoso y que se derrite en la boca. A diferencia de muchas galletas tradicionales que son masticables o crujientes, las Galletas Nieve son suaves y desmenuzables, lo que les da una sensación única al comer. Además, la generosa capa de azúcar glas no solo añade un efecto visual atractivo como la nieve, sino que también realza la dulzura sin abrumar la esencia mantequillosa. Esta combinación de sabores y texturas crea una galleta que no solo es deliciosa, sino que también evoca días acogedores de invierno, convirtiéndolas en un dulce querido durante las temporadas festivas.