Para lograr la mejor textura en tus Bolsitas de Arándano, es esencial enfocarse en el proceso de hacer la masa. Comienza activando correctamente la levadura; la mezcla debe volverse espumosa durante el período inicial de fermentación. Amasa la masa a fondo hasta que esté suave y elástica, lo que ayuda a desarrollar el gluten y asegura esponjosidad. Después de amasar, dejar que la masa repose en un ambiente cálido durante aproximadamente una hora es crucial, ya que este período de reposo permite que la masa se expanda y crea una textura ligera y aireada. Al estirar la masa en cuadrados, busca un grosor uniforme para asegurar una cocción uniforme. Por último, evita hornear en exceso; deseas que estén doradas, no demasiado oscuras, para mantener una textura suave por dentro.